Sin sentido... como un vino fino
- iamevolucion

- 27 dic 2020
- 1 Min. de lectura
El sabor del vino puro y el sabor del mulso lo conoces; nada importa que sean cien o mil las ánforas que pasan por tu vejiga: eres un filtro.
SÉNECA, Epístolas morales a Lucilio, 77.16
He aquí otro ejemplo de otra expresión desdeñosa, en esta ocasión de Séneca, quien, dado su gusto por la opulencia, seguro disfrutaba de un buen vino de vez en cuando. Su punto quizás inquiete a cualquiera a quien el éxito y la adultez han convertido en un enólogo (aunque esta lógica se puede aplicar a los chismosos, amantes de la tecnología, melómanos y similares).
Por divertidos, emocionantes y agradables que sean estos placeres, vale la pena darles su justo valor. Al final de tus días, no recibes un premio por haber consumido más, trabajado más, gastado más, coleccionado más o aprendido más sobre las distintas cosechas que los demás. Eres un conducto, un recipiente que albergó o interactuó de manera temporal con estos artículos elegantes.
Si te descubres anhelándolos, esta reflexión te puede ayudar a limitar un poco su encanto.
Holiday, R. y Hanselman, S. (2017) Estoicismo cotidiano, Océano.
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