Reinicia el trabajo de verdad
- iamevolucion

- 19 ene 2021
- 1 Min. de lectura
Soy vuestro educador y vosotros ahora os educáis conmigo. Y yo tengo este proyecto: haceros libres de trabas, incoercibles, sin impedimentos, libres, venturosos, felices, con la vista puesta en la divinidad para todo, lo pequeño como lo grande; y vosotros estáis aquí para aprender y ejercitaros en ello. ¿Por qué, entonces, no lleváis a cabo la tarea, si también vosotros tenéis un proyecto como es debido y yo poseo para ese proyecto una preparación como es debido? ¿Qué es lo que falta?... El propio asunto es factible y depende sólo de nosotros... Dejemos lo que pasó hasta ahora. Simplemente, empecemos; creedme y veréis.
EPICTETO, Disertaciones por Arriano, 2.19.29-34
¿Recuerdas cuando en la escuela o en tu infancia le temías a algo porque tenías miedo de hacerlo mal? La mayoría de los adolescentes prefieren haraganear en vez de esforzarse. El esfuerzo perezoso y desanimado les brinda un pretexto prefabricado: "No importa porque ni siquiera me esforcé"
A medida que maduramos, el fracaso ya no es insignificante. Ya no jugamos una calificación o un trofeo deportivo, sino la calidad de la vida y la capacidad para lidiar con el mundo que nos rodea.
No dejes que te intimide. Tienes a los mejores profesores del mundo: a los filósofos más sabios de la historia. Y no sólo eres capaz, el profesor te pide algo muy sencillo: empieza a trabajar. Él resto ocurrirá como consecuencia.
Holiday, R. y Hanselman, S. (2017) Estoicismo cotidiano, Océano.
17 de Enero
Claridad






Comentarios