top of page

El cristal ya está roto.

[La Fortuna] es penosa para quienes es imprevista; fácilmente la resiste quien siempre la aguarda.

SÉNECA, Consolación a Helvia, 5-3


Hay un relato de un maestro zen que tenía una taza que atesoraba mucho. El maestro decía para sí: "El cristal ya está roto". Disfrutaba la taza, la usaba, la mostraba a sus visitas; pero en su mente, ya estaba rota. Así que un día, cuando se rompió, sencillamente dijo para sí: "Pero claro".


Los estoicos también piensan así. Se dice que hay una historia sobre Epicteto y una lámpara. Como cerraba su casa con llave, en una ocasión le robaron una lámpara costosa. Cuando la sustituyó, compró una más barata para no sentir tanto el apego por si la volvían a robar.


La desolación - ese sentimiento de total aflicción y sorpresa frente a un suceso - es un factor de lo imprevisto que consideramos el suceso. A nadie atormenta que nieve en invierno porque hemos aprendido a aceptar (incluso participar) ese cambio. ¿Y los incidentes que nos sorprenden? Si consideráramos su posibilidad, tal vez no nos sorprenderían tanto.


Holiday, R. y Hanselman, S. (2017) Estoicismo cotidiano, Océano.


No confundir con resignación, es trabajar el desapego y hacerse consiente que todo es finito.


ree


 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
Cambia "tener que" por "querer"

La tarea del filósofo es algo de este tipo, que debe armonizar su propia voluntad con los sucesos, de modo que ni suceda en contra de...

 
 
 

Comentarios


Publicar: Blog2_Post

5531558515

©2020 por IAM Evolución. Creada con Wix.com

bottom of page